El precio de tener razón
No vamos a negar que a todos nos da cierta (al menos esporádica) satisfacción tener razón. Cuantas veces nos descubrimos exclamando: «viste? Yo te dije!» O incluso comentándonos eso a nosotros mismos. Algunos dicen que alimenta el ego. Tal vez así sea. Pero cuál es el precio que pagamos por tener razón?
En una discusión o durante un enojo nos empeñamos en exponer y sostener con fuerza nuestro punto de vista, nuestras interpretaciones y motivos para hacer o decir lo que sea que hicimos o dijimos antes de comenzar a discutir. Nos justificamos. Nos defendemos como si de una real batalla se tratara. Buscamos a toda costa «simplemente tener razón».
Y un día me pregunté: Para qué queremos tener razón? De qué nos sirve? Nos lleva tener razón al resultado que queremos?
Volvamos a la discusión o al enojo. En general lo que queremos es dejar de discutir. Arreglar las cosas. Llegar a un acuerdo… Pero si nos olvidamos de lo que queremos y ponemos el foco en tener razón, seguramente vamos a tenerla! Obtenemos lo que enfocamos.
Y donde queda la idea de arreglar las cosas? Del acuerdo? En otro lugar muy lejano, muchas veces cada vez más lejano y difícil de alcanzar…
Qué pasaría si antes de emprender esta intensa búsqueda de tener razón nos empezáramos a preguntar: Donde está mi compromiso, con tener razón o con el resultado que busco? 'Quiero tener razón o generar un acuerdo?' Clic para tuitearY si desde ahí armáramos nuestra conversación de forma muy distinta?
Quizás sería bueno reflexionar esto antes que sea tarde, y por comprometernos con tener razón, destruyamos nuestros vínculos más queridos… Antes de llegar a no poder recuperar una preciada relación por querer tener razón… Antes que elegir nuestro efímero placer de tener razón nos impida elegir ser felices… Quizás y solo quizás.

Amo acompañarte a crear nuevas miradas para que puedas reinterpretar lo que te limita y comencemos a trabajar por tus sueños, con una mirada amorosa y compasiva. Me especializo en Coaching de Autoestima y Coaching de Fertilidad. Vamos paso a paso, a tus tiempos, que no son los míos, ni los de nadie más.
Realicé mi formación de Coaching Ontológico Profesional durante dos años de manera presencial y vivencial en una escuela de mucho prestigio en la Ciudad de Buenos Aires. Estoy avalada como SENIOR COACH por la Asociación Argentina de Coaches Ontológicos AACOP y acreditada por la Federación Internacional de Coaching Ontologico FICOP. Me formé durante otros 2 años presencial y vivencialmente en Constelaciones Familiares Cuánticas.
Y siempre hago cursos de perfeccionamiento para poder seguir creciendo y aportando a un mundo con mujeres en mayor bienestar.